Hoy traigo un nuevo tema que me estuvo rondando en la cabeza desde hace varios días: la pasión por emprender. Se generó a raíz de dos situaciones que se dieron en esta semana (y eso que no creo en las casualidades!).

Por un lado, el domingo pasado fue el día del emprendedor (Felicidades si no te llegó mi saludo ese día!) y en la Ciudad de Buenos Aires se celebró con una jornada de charlas y capacitaciones para todo el que quisiera asistir. Como a mi me encanta el ambiente emprendedor, fui. Ahí tuve la oportunidad de asistir a varias conferencias que sin saberlo ni quererlo su mensaje final reflexionaba sobre la pasión de cada uno por emprender y realmente me llegaron.

Y por el otro lado, este domingo lancé un test para el que quisiera conocer el estado de su emprendimiento. La gran mayoría confesó no estar muy seguro sobre cómo conectarse con su público o no supieron expresarme cuáles eran sus pasiones para emprender. Así que en el post de hoy voy a hacer un balance entre estas dos situaciones que se me presentaron para que lo pasemos a nuestro emprendimiento  y hagamos visible su alma (porque tenerla la tiene, solo hay que mostrarla!). Si lees hasta el final hay regalito para vos!

Comencemos con las charlas del evento…

Al evento asistió muchísima gente y se dieron gran cantidad de charlas interesantes. Durante el día hubo de todo, cosas que me gustaron y cosas que no pero mejor vamos a charlar de las buenas. El ambiente que se generó entre los emprendedores estuvo buenísimo. Todos con muchas ganas de crecer y aprender pero lo que más me llamó la atención fue el sentimiento de ayudar que se generó. Tanto algunos proyectos de lo que asistieron como algunas charlas de los expositores (las que más me gustaron) hablaban sobre la pasión. En esas charlas, todas estaban enfocadas desde un ángulo diferente, sus historias no estaban relacionadas entre sí pero la enseñanza final era la misma: emprender con alma, con corazón y por pasión.

La que más me llegó fue una que dio Carolina Varzabetian, diseñadora gráfica y fundadora de WomanWeConnect. Donde nos contó un poco su experiencia en la vida y cómo llegó a encontrar su pasión por lo que hace hoy en día. Comentó la importancia de encontrar algo que realmente nos mueva, que no sea solo un trabajo. Seguro hay algo que a todos nos genera felicidad y podemos hacerlo parte de nuestro trabajo diario. De esta manera no lo sentiremos como un pesar porque estaremos haciendo lo que nos gusta. Lo más interesante igual, fue la fórmula que ella dio para encontrar esa pasión y como combinarla con nuestra labor.

La “tarea” que presentó fue la siguiente:

Debíamos hacer tres listas con 30-40 ítems cada una.

La primera debía reflejar todas nuestras fortalezas en la vida. No tenía porqué estar relacionado con nuestro trabajo si no todas esas cosas, por más chicas que fueran, en las que somos buenos, que se nos dan con facilidad.

La segunda debía mostrar todas nuestras pasiones. ¿Qué es lo que nos gusta hacer? Si pudiéramos dedicarnos a hacer esas cosas por el resto de nuestras vidas, sin presiones ni obligaciones ¿qué elegiríamos hacer?

Y la última debíamos escribir sobre las necesidades del mundo. Esta probablemente sería la más sencilla de completar ya que el mundo está lleno de necesidades. Sería genial si todos pudiéramos dejar nuestro granito de arena y usar nuestro trabajo y esfuerzo para traer una solución al mundo. Por eso, la idea es buscar las situaciones de necesidad que más nos toquen el corazón. Con la que nos sintamos más identificados y nos den ganas de levantarnos de la silla a hacer algo. Que todo nuestro esfuerzo diario no solo nos llene el alma porque es lo que amamos hacer si no que si encima eso ayuda a alguien más, tendremos el trabajo perfecto.

Con estas tres listas completas ahora debíamos generar entre 30 y 40 asociaciones relacionándolas. Es decir, tomar una fortaleza, una pasión y una necesidad que pudieran trabajar en conjunto. El resultado de esas relaciones sería nuestro “Sweet spot” como lo llamó Caro en su charla. Entre esas decenas de asociaciones probablemente tengamos la respuesta a lo que nos gustaría hacer para trabajar por nuestra pasión.

De esta manera, podemos conocer a quién nos dirigimos (porque resolvemos alguna necesidad de alguien), cómo lo haremos (porque conocemos nuestras fortalezas para hacerlo) y por qué lo hacemos (tenemos nuestra pasión que nos mueve y nos banca los días más difíciles)

Al final de este post te dejé un archivo para que puedas hacer esta lista vos mismo y encontrar tus puntos en comun con tus pasiones!

Ahora que sabemos qué hacer pasemos al problema de comunicarlo…

Como les contaba, la mayoría de los emprendedores que respondieron a mi test, se encontraron con la dificultad de no saber expresarme su pasión ni cómo comunicarla a sus clientes. En primer instancia, muy probablemente no se lo hayan planteado cómo parte de su emprendimiento. Esto no quiere decir que no las tengan porque todos estamos llenos de pasiones que nos mueven día a día, si no que no lo vieron como una decisión que era necesaria tomar en la comunicación de su emprendimiento. Probablemente porque la pasión es algo muy personal y no se lo suele asociar con un negocio pero la realidad es que las pasiones mueven y mucho! 

Yo considero que las pasiones son pequeños impulsos que hacen este mundo mejor pero vivimos en una era tan alborotada que nadie se sienta a pensar cuales son.  Si nos guiáramos por ellas seguramente seríamos mucho más felices.

Igualmente lo que quiero dejar en claro es que cuando hablo de pasión, no me refiero a que busco que mi producto sea de excelente calidad. Si no a que deje un mensaje. Por ejemplo, “hago este producto lleno de color porque creo que puede generar felicidad en la persona que lo mira. Que aun que sea por un instante, tenga un sentimiento alegre en su día.”, “ofrezco este servicio porque quiero ayudar a las personas a vivir un poco menos estresadas quitandoles una presión de encima.”

¿Por qué nuestros emprendimientos deberían ser pasionales?

Por que hay muchísima gente afuera buscandole sentido a las cosas. Las personas ahora queremos encontrar cosas con alma. Que importen y nos generen algo interno al adquirirlo. ¿No te pasa? ¿No es mejor comprar algo que sabés que tiene una historia, una misión detrás que un producto hecho en masa y que vas a desechar al poco tiempo? ¿Adquirir ese producto con sentido no te genera un poco más de felicidad que el otro?

Si lo vemos de ese lado, entendemos rápidamente por qué es necesario transmitir nuestra pasión. Es mucho más fácil que el cliente se identifique con nosotros si contamos lo que nos motiva. ¿Por qué hacemos lo que hacemos? Seguramente ese cliente tenga la misma pasión con nosotros o nuestro producto le genere algo interno que lo hace un poco más feliz.

Mostrar nuestra pasión, nos permite conectarnos con nuestro público. Tener puntos en común. Abrir puertas para charlar de algo que nos interesa a los dos. Mostrar que nuestro producto no es uno más, si no que importa. Tiene valor sentimental que es mucho más importante que el material.

Además, al transmitirle nuestra pasión a nuestro producto, se llena de energía y seguramente mientras lo estemos creando lo haremos con muchas más ganas. El proceso cuando la pasión está involucrada cambia y nos cambia a nosotros también. Busquemos hacer cosas que nos hagan felices. Estamos en una era donde nos podemos permitir buscarlo.

Ahora me gustaría escucharte a vos!

¿Vos qué pensás? ¿tu emprendimiento tiene pasión? ¿Cuál es y cómo la transmitís? Las pasiones son super importantes, nos cambian el día así que me encantaría conocer la tuya!

Además, acá te dejo un pequeño regalito para que pongas en práctica el ejercicio que dio Caro en la charla del viernes. ¡No te lo pierdas!